En este Ministerio de Hospitalidad, a los acomodadores se les confía inculcar un sentido acogedor de pertenencia y ayudar en la reunión de los fieles para el culto. Como uno de los primeros puntos de contacto con Cristo Rey, los acomodadores deben buscar encarnar la misión parroquial celebrando el reino de Dios y difundiendo el Evangelio de Jesucristo. A través de este gran ministerio, los fieles laicos podrán llegar a un encuentro más pleno con la liturgia.
Si tiene preguntas, comuníquese con Ben Dolcich.